NUESTRA SEÑORA DEL SOCORRO
Frente a la capilla del Sagrario,
en la Catedral Metropolitana de la ciudad de Guatemala, existe otra capilla donde
los feligreses oran ante una pequeña imagen de la Virgen María, la cual tiene
la particularidad de estar amamantando al pequeño niño que lleva en sus brazos.
Según los historiadores, la
escultura fue tallada en madera de naranjo, de origen español, antes del
Concilio de Trento (celebrado en 1545), por lo cual se ubica dentro del arte renacentista
y ha sido atribuida al autor Mosén Johán Morgobejo. Posteriormente fue
decorada con elementos de plata.
La imagen llegó a
Guate mala con el conquistador Pedro de Alvarado o con uno de sus
acompañantes, el capitán Francisco de Garay. Debido a eso adquirió el mote de
“La Conquistadora”, aunque este nombre no es exclusivo de esta representación,
hay otras con el mismo título en México y El Salvador.
La relevancia que adquiere esta
escultura es que ante ella se celebró la primera misa en Guatemala, el 25 de
julio de 1524. El cronista Francisco de Fuentes y Guzmán (1643-1700) escribió
sobre ella: “Su patrocinio (ayuda) se experimenta principalmente en las
necesidades de aguas y lluvias, y en apagar los incendios del volcán”.
En mayo de 1988, la Municipalidad
de Guatemala declaró a la imagen de Nuestra Señora del Socorro, “La
Conquistadora”, que se halla en la Catedral Arquidiocesana, como
“Patrimonio cultural de la ciudad de Guatemala”. También es conocida como “Nuestra
Señora de las lluvias y de la leche”.